Tras 12 horas de duras negociaciones, al límite, empresa y sindicatos han llegado a un preacuerdo para salvar el futuro de Figueruelas. Aceptan la congelación de salarios de este año exigida por el grupo PSA, el dueño de Opel, a cambio de garantizar la producción del Corsa a partir de noviembre de 2019.El nuevo convenio, con una vigencia de cinco años, también contempla subidas del IPC el año que viene sujetos a la productividad, pero todavía tiene que ser ratificado por los trabajadores.