Junqueras, lejos de acatar la Constitución, continúa criticando a la Justicia española y al 155 en una carta publicada en varios medios donde también pide unidad de acción. Así mata las horas en prisión en Estremera, escribiendo cartas en soledad: es el único que no ha querido visitas de familiares. Tampoco ropa del exterior. Junqueras ha aceptado vestir el chándal que Instituciones Penitenciarias ofrece a todos los internos cuando ingresan en prisión.